"FIAT VS FIAT": Un Ritmo Abarth contra un caza

Uno de los clásicos en lo que a comparativas pomposas se refiere es enfrentar un avión contra un coche. Esto tiene más de espectáculo que de posibilidades reales. Estas pruebas también han conllevado accidentes como el que tuvo lugar cuando en Top Gear Korea comparaban un Corvette con un helicóptero. Por suerte, raras veces ocurre. La industria de la aviación -como sabemos- es una de las más seguras. En estas exhibiciones está todo calculado al milímetro, costando estos aparatos del aire millones y millones de euros. 

A principio de los ochenta la revista italiana Gente Motori no pudo resistirse a esta perita en dulce y enfrentó a dos primos lejanos; un caza FIAT G 91 PAN y a un FIAT Ritmo Abarth 125 TC. Este último era la verdadera apuesta contra el Golf GTI, aunque desde Italia miraban más allá, a otras fronteras casi inverosímiles de pensar como el Porsche 924 o el Saab 900 Turbo. Partía de la base del 105 TC, que aún deportivo no era todo lo radical que se esperaba del Abarth. Con el Ritmo 125 Twin Cam se incorporó un motor 2.0 atmosférico. Este era el mismo que llevaban los 131 de competición y que rendían 230CV. Ahora solo 125 CV, para algo menos de una tonelada. La caja de cambios de cinco relaciones estaba desarrollada por ZF, esta tenía recorridos más precisos. También se mejoraron las suspensiones que ahora tenían muelles de flexibilidad variable, y por supuesto los frenos. 

Desde FIAT se quiso una dualidad en comportamiento, no era una tabla, duro. Tenía características del manejo de un Ritmo básico, pero no era fácil de llevar rápido. En contrapunto su trasera no es nerviosa, va "soldada al suelo". El límite en conducción deportiva está realmente alto, para corregir el subviraje o sobreviraje basta con ahuecar el pie del acelerador y el coche entra en la trayectoria perfecta. Pero si algo define al Ritmo Abarth 125 TC es la efectividad, un cambio y dirección precisa, un motor que responde en todas las circunstancias. Objetivamente más rápido que todos sus rivales. Su plataforma es la misma que en los Lancia Delta, su motor, conquistó campeonatos del mundo. 

Su contrincante, por su parte, era un caza de entrenamiento perteneciente a la patrulla acrobática italiana. Era también un FIAT y la comparativa se llamó "FIAT VS FIAT". El G 91 era un caza de reconocimiento y asalto y fue desarrollado por la rama aeronáutica Fiat Aviazione. Esta desapareció bajo cambios de nomenclaturas y la compra por parte de General Electric. 

Respecto a la comparativa en sí, el resultado no fue todo lo aplastante que se podría pensar mientras el caza se mantuvo en tierra. Lógico. Tras 700 metros el Ritmo Abarth solo llegó 3 segundos tarde a meta.  Aunque más allá de cifras, enfrentar a estos dos aparatos probablemente fue una oportunidad única para fotografiar un imperio -el de FIAT- que seguro que por aquellos años vislumbraba un futuro no muy halagüeño. 

Fuente: Storiadellefreccetricolori

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