Mejorando un Ferrari F50


El Ferrari F50 forma parte de esa estirpe que prepara Maranello cada cierto tiempo, en el que plasman en un solo coche todo el conocimiento adquirido. De esas nacieron el 288 GTO, el F40, el F50, Enzo y el último de todos, LaFerrari. Son de los pocos coches que no pierden valor al salir del concesionario, y que en ocasiones, incluso aumenta.

Para muestra de su exclusividad es que como suele ser tradición en Ferrari, no basta tener dinero para poder comprarlos. Debes ser cliente de los buenos, y comprometerte a no vender el coche en dos años para así evitar la especulación.


Sabiendo esto -y añadiéndole toda la parafernalia de exclusividad ferrarista- parece una locura intentar modificar un coche del que solo se fabricaron 349 unidades. No para Koenig Specials. El preparador germano fue uno de los grandes exponentes en el tuning de alta gama, incluso me atrevería a añadir que fueron los primeros en atreverse a meterle mano a la marca del cavallino rampante.

Aunque Koenig se caracterizó siempre por ser un preparador barroco en lo estético, curiosamente este F50 es posiblemente su creación más sobria.


La propuesta estética prácticamente se reducía a unos apéndices en fibra de carbono y el más evidente aún: el cambio de llantas. En el frontal montaba un pequeño spoiler ajustable, en el lateral se cambiaron las icónicas llantas en estrella de cinco puntas por unas BBS específicas con la parte central en dorado. Ya en la parte posterior, recibía un alerón totalmente en fibra de carbono con la parte central ajustable para mayor carga aerodinámica, bajo este, en los extremos había nuevas entradas de aire.

En el interior prometían nuevos asientos realizado también en fibra de carbono, cinturones de seguridad de 4 o 6 puntos, e incluso volantes de estilo deportivo, como muestra la imagen. Con todo esto esto se estimaba que en el interior se podía ahorrar hasta cincuenta kilogramos de peso.

Pero donde estaba la revolución era en el apartado mecánico. Toda la mesura mostrada en el exterior se acabó bajo el capó. De origen estamos hablando de un superdeportivo de solo 1230 kilos construido en fibra de carbono y aluminio. Su motor es un V12 de aspiración atmosférica que desarrolla 520 caballos a 8.500 vueltas.

Con la preparación de Koenig se desarrollaría 860 caballos - ¡340 más!- a 7.200 rpm gracias a un V12 totalmente reconstruido que ahora incorpora dos turbos con sendos intercoolers. El sistema de escape fue modificado, así como la suspensión y por supuesto los frenos procedentes ahora de la categoría GT1. Recibiría también un nuevo embrague capaz de soportar los 800 nm que ahora desarrolla. Con estos datos, se trata -por tanto- del Ferrari F50 más potente, incluida su versión de competición apellidada GT.


Personalmente, nunca pensé que me fuera a gustar un F50 sin sus características llantas monotuerca de serie. Para mí, también, este Ferrari F50 Twin Turbo resulta en cierto modo paradójico, puesto que el modelo de serie resultó una ruptura con la sobrealimentación de los 288 GTO y F40 y al final de todo, a pesar de ser solo en una unidad de 349, terminó recibiéndola.

Lo que está claro es que con o sin turbo sonaba muy bien.  



Fuente: Koenig Specials


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Comentarios

  1. Tradicionalmente rechazo el tunning, tengo la idea de que el fabricante sabe lo que hace y que un auto es la suma y equilibrio de muchas variables, algunas contrapuestas.
    Suspensiones, luces, motor, ruedas, aerodinámica, y escapes, entre otras cosas, están calculadas con muchas horas, muchas computadoras y muchos ingenieros, para lograr ese equilibrio.
    Y ninguna inspiración trasnochada va a mejorar ese equilibrio.
    Puede bajar suspensión y mejorar aerodinámica pero penalizar tenida o confort. Puede alterar el motor para que ande 5 km más rápido pero seguramente va a ser más ruidoso o penalizar el consumo, y así sucesivamente.
    Conozco los kilates de Koenig, no son improvisados. Esta gente modificó una F50, quizás lo mejoró, pero perdió originalidad, ya es menos Ferrari.
    No sé si tiene sentido, si ya de fábrica era una máquina increíble.
    Es como hacerle brazos a la Venus de Milo, quizás quede mejor, pero ya no es Venus sino una señorita con poca ropa.
    Si no es molestia, anótenme con una original, les aseguro que no la vendo en dos años!

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    1. Yo valoro más que el resultado final, el riesgo de preparar un coche así. Si seguimos con la analogía del arte, es como las obras de Dalí o Picasso, para algunos ni siquiera es arte. Al fin y al cabo polariza, y eso es lo que se pretende también. Polemizar ciertamente también es un mérito.

      De todas formas, si te sirve de consuelo, Enzo Ferrari era de tu pensamiento ya que prohibió a Koenig montar el cavallino rampante en sus Ferraris preparados.

      Saludos y gracias por tu reflexión.

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  2. El Ferrari aleman!

    Interesante cuestión ¿es posible mejorar un Ferrari o un coche de alta gama?
    En lo estético a mi juicio es posible, siempre manteniéndose fiel al modelo original como hizo en esta ocasión Koenig, ahora bien en lo mecánico aunque es posible mejorar prestaciones brutas, me parece desafortunado el cambio de la aspiración atmosférica a la turbocomprimida.

    Curiosamente recuerdo que los GTO y el F40 en un principio no fueron del todo aceptado por los Ferraristas al montar turbos, pero se basaban en reglamentación de los Grupo B. En cambio el F50 heredaba mucho de la experiencia de la F1 y para mi el espíritu o inspiración de un coche siempre debe prevalecer.

    Un saludo!

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    1. Con respecto al motor, es curioso, porque Koenig lo describe como uno totalmente nuevo. Realmente debe ser un gran trabajo "pasarse de lado", supongo que todos y cada uno de los componentes del motor están reforzados de manera extrema para soportar las nuevas tensiones. Como le comenté a Gaucho, para mi más que el resultado final, el mérito está en atreverse, por eso me gusta esta preparación.

      Saludos!

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  3. Siempre he admirado a los preparadores que se atreven a meterle mano a los vehículos "pata negra" pero curiosmamente suelen hacer verdaderas maravillas que resultan imposibles de imaginar al principio. De modo que me quito el sombrero ante esta preparación, independientemente de que pueda gustar más o menos, ya que atreverse a mejorar todo un F-50 ya tiene mérito, y más viendo lo que han conseguido hacer con el motor aunque perdiese el viejo espíritu purista atmosférico. Eso sí, debía ser un auténtico misil.

    Muchas gracias por descrubrirnos este exclusivo vehículo.

    Saludos ;)

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    1. Opino como tú, lo de mejorar ya se puede dejar al gusto de cada uno. Simplemente el riesgo de hacerlo con un coche así ya es meritorio.

      Saludos!

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  4. Desconocido para mi este Ferrari "clambuterado", el resultado final es brutal, que si ya es exclusivo un Ferrari salido de fábrica, este debía ser aún más..., esta claro que el tuning tiene muchas variantes, desde el más bajo poligonero, hasta las más altas esferas como este que nos presentas, donde el gusto, exterior prima siendo tan discreto y efectivo donde debe ser...
    Ahora cuando vea pasar una transformación de barrio o poligonero, no podre que más acordarme por siempre de este Ferrari y esbozare una sonrisa..., ahora si que se que significa tuning de verdad.
    Muchas gracias por la información.

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    1. Hay tuning de todos los niveles, los más sofisticados prefieren autollamarse preparadores. Koenig por ejemplo, se puede nombrar de todas las maneras, ya que tiene modelos extravagantes y discretos como este.

      Me alegro que hayas descubierto un coche gracias al blog. Saludos!

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