Sentimientos encontrados y el Kaiser-Darrin



Probablemente no podría encontrar mejor título para esta entrada. El modelo que traemos hoy me produce duda acerca de su aspecto: no sé realmente cómo clasificarlo, si en el apartado de los automóviles bonitos o todo lo contrario. Seguro habrá un término medio pero de momento es inclasificable.

El Kaiser-Darrin es un clásico de manual.



Y es de manual por su aspecto, su carrocería, su disposición, tiene todo lo que la gran mayoría identifica como clásico. El Kaiser-Darrin es un automóvil americano desconocido que nació en los años cincuenta con el objetivo de hacer frente en el mercado norteamericano a los roadster británicos. Luchó también con sus compatriotas, Ford Thunderbird y Chevrolet Corvette. Evidente es una cosa: no alcanzó la fama de estos últimos.

Diseñado por Howard Darrin y producido por Kaiser Motors (Kaiser-Darrin) fue un coche caro pero muy bien equipado. Siendo sus puertas correderas su sello más distintivo (y problemático).



Problemático por varios motivos, según se comenta el acceso para entrar y salir al habitáculo es muy estrecho. En el otro lado, la puerta se tendía a atascar y los rieles exigían siempre estar limpios, libres de suciedad barro o cualquier otro obstáculo que impidiera el funcionamiento correcto del sistema de puertas.

No solo las puertas fueron un problema para el desarrollo del Kaiser. Durante su producción, su fábrica sufrió una gran nevada que dañó las carrocerías de fibra de vidrio y obligó a desechar cincuenta modelos.


Por otra parte su precio era superior a las alternativas- Cadillacs y Lincoln-. La desconfianza en la marca creció, su red comercial no era de lo mejor y el futuro de la marca no prometía muy halagüeño. Finalmente en 1954 su producción terminó tras 435 unidades.

Técnicamente la mayoría de estas unidades estaban equipadas con un seis cilindros en línea, y aunque su peso no supera los 900 kilos, nunca fue un coche rápido o al menos no tanto como los Triumph TR2 o XK120. Hacia el final de su vida algunos Kaiser Darrin montaron motores V8 de origen Cadillac.



Personalmente la primera vez que supe de este coche me recordó a varios modelos, su frontal con esa especie de nariz, a la marca Studebaker y sus puertas indudablemente al Z1 de BMW. Dejando de lado mis sentimientos encontrados, es un clásico bien diferenciado y que en subastas no bajan de los 74.000$.




Fuente e imágenes:  Supercars.net

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Comentarios

  1. Para mi gusto es muy bonito, especialmente brilla ese modelo en blanco hueso con el interior en rojo y descapotado.
    Las puertas son su sello distintivo, aunque nos sea muy seguro me gustaria circular con ellas abiertas estilo Mehari y ver la cara de sorpresa de otros consuctores.
    Saludos.

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  2. Hermoso coche Mauro, no lo conocía (por supuesto), y me ha impactado esa pequeña rejilla del radiador delantero. ¡Y la puerta con corredera!
    Buen descubrimiento, al menos para mi.
    Abrazo!

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  3. Xavi esa combinación de colores es la mejor para un descapotable. Y circular con las puertas abiertas debe acentuar su carácter deportivo, jaja.

    Juanh me alegro que te guste este modelo, yo todavía no se como clasificarlo aunque tiene su encanto.

    Saludos!

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  4. Yo creo que sus imperfecciones estéticas son las que lo hacen un coche bonito, a la vez que le otorga una personalidad muy característica. Y es que, si nos enamoramos precisamente por esa "imperfección" ¿por qué no pueden tenerla los coches?
    Un gran post, y como siempre, gracias por descubrirnos otra joya del motor.
    Un saludo;)

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  5. Tienes razón Álvaro, al igual que pasa con las personas las imperfecciones hacen muchas veces que nos fijemos en ellas. Lo que está claro es que el Kaiser-Darrin tiene personalidad.

    Saludos y gracias por tus palabras.

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