Coches torpedo


Los coches récords son una muestra del empeño obsesivo del ser humano por mejorar. Por eso son tan apasionantes más aun viniendo de épocas pasadas donde las competiciones no estaban tan regladas como en la actualidad. Esto permitía al ingeniero dejar volar la imaginación, lo que nos dejan maquinas tan peculiares como los "bisiluros".

Bisiluro significa en italiano "doble torpedo".




Uno de los primeros ejemplos de bisiluro son los Tarf Gilera diseñado por el piloto e ingeniero Piero Taruffi, que ganó la Mille Miglia de 1957, edición donde Alfonso de Portago perdió la vida. Taruffi construiría el Tarf I, que albergaría el conductor en la parte izquierda y el motor (50CV) de 500cc en la parte derecha, además de otros componentes, como el depósito de combustible en el lado del piloto. Todo esto tenía un objetivo: un reparto de pesos óptimo.

La peculiar carrocería del Tarf I estaba hecha en aluminio, todas estas soluciones novedosas hicieron que el primer prototipo de Piero Taruffi se conociera como el  500 centímetros cúbicos más rápido: 209,215 km/h.


En 1951, Taruffi daría vida al segundo de la saga: Tarf II. Esta vez el piloto se sitúa a la derecha, y el motor, un cuatro cilindros Maserati a la izquierda. Como podemos ver en las imágenes, la diferencia entre el Tarf I (primera imagen) y Tarf II (segunda y tercera) es una aerodinámica más trabajada. Este segundo prototipo rompería los registros del primero registrando velocidades punta de hasta ¡297km/h!

Ambos prototipos no se conducirían con un volante al uso debido al complejo sistema que no se podría adaptar a las características del bisiluro. Así, se idearía unas palancas que funcionarían a modo de volante.


El siguiente ejemplo de Bisiluro es el denominado Dalmonar, al contrario que los Tarf, el prototipo producido por Carlo Mollino, Nardi y Mario Damonte (Dalmonar) no tenía como objetivo romper récords de velocidad absolutos, sino participar en la carrera de resistencia más famosa: Las 24 horas de Le Mans.

Este proto participó en la carrera francesa de 1955 en la categoría para motores más pequeños que 750cc, aunque abandono a las tres horas. Era liviano de peso: 450kg y estaba animado por un motor de cuatro cilindros Gianni.



En su corto periplo por Le Mans este coche exhibió una velocidad punta de 220km/h. Y como podemos ver en la foto superior, en unas condiciones de seguridad que ni de lejos son las que están estandarizadas actualmente. ¡Una locura!

Nuestro tercer ejemplo es el famoso en España, Pegaso Bisiluro. Un vehículo destinado a correr Le Mans aunque su participación nunca se hizo posible.


Al contrario que los pasados ejemplos, el Pegaso Bisiluro montaba un motor V8, propios de la marca Pegaso, más retrasado en su posición que lo habitual. Y es que el Bisiluro español reinterpretaba con picaresca la condición que ponía la competición francesa -Le Mans- donde se exigía una configuración biplaza.

Al lado del conductor se situaba una trampilla ficticia para el supuesto copiloto, con lo que los ingenieros supieron ver cómo podían sacarle partido al reglamento.



Desgraciadamente tras algunas pruebas, se comprobó que el Pegaso Bisiluro necesitaría más desarrollo debido a la inestabilidad que tenía a altas velocidades. Aunque su periplo competitivo no terminó ahí, ya que se dedicó a varias pruebas de velocidad punta, alcanzando registros de hasta 220km/h que podrían haber sido más si no es por una bujía rota que dañó la cámara de combustión.

Se dice que existieron tres versión del Pegaso Bisiluro, a cada cual más radical en su concepción. De la segunda versión se comenta que tenía una potencia de 370CV y que le hacía alcanzar los 300km/h.


Este último prototipo que mostramos nunca pasó de concepto. Se trata del OSI Silver Fox presentado en el Salón de Turín de 1967, este concepto se aleja totalmente de lo que hemos visto hasta ahora, ya que ahora tiene dos plazas funcionales y su interior no es de carreras, es más parecido a un coche de serie.

Más que un coche, parece una lancha motora, más concretamente un catamarán. A pesar de ser un prototipo, detrás del asiento del copiloto alberga un motor Renault 1.0.


Y es que los bisiluros nos dejan un diseño peculiar, pero sobretodo una velocidad punta muy elevada. La variedad de diseños que nos puede dejar el mundo del automovilismo. ¿Volveremos a ver algún día la tendencia de los torpedos dobles?


Vuelta extra: ¿Bisiluros camuflados?








Fuentes: hemotart-journal
               gregwapling
               diseno-art
              silodrome
               foro.pieldetoro


Sígueme en twitter: @sportspainmotor
                       

Comentarios

  1. Muy ingeniosos, en recta debían ser auténticos cohetes, pero imagino que en curva debían tener un comportamiento mas delicado que un turismo.
    Recuerdo ver el vídeo del Pegaso Bisiluro en la autopista de Ostende pilotado por Celso Fernandez, entonces probador y recordman de la marca.
    Los LM que muestras también parecen F1 carrozados.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Hermosos bichos Mauro, los diseñadores podían dejar volar su imaginación en el pasado; ahora todo es diferente... Me encanta el Pegaso.
    Tengo en 1/43 el Nardi de Le Mans, una joyita de Bizarre:
    http://juanhracingteam.blogspot.com.ar/2014/08/259-nardi-750lm-bisiluro.html
    Abrazo!

    ResponderEliminar
  3. Xavi supongo que perderían en curva al estar enfocado exclusivamente a la velocidad punta, pero en circuitos como Le Mans, donde todo es recta es un plus.

    Juanh, pues el Pegaso lo puedes conseguir a escala por lo que he visto por internet, te dejo el enlace:

    http://cloud2.todocoleccion.net/slot-cars-magic-cars/tc/2015/04/02/16/48660632.jpg

    Y respecto al Nardi sabía que lo tenías, ya que al buscar información me apareció tu entrada.

    Saludos a los dos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy buena esa miniatura del Pegaso en 1/32; seguramente también estará en 1/43. Ojalá pronto se terminen las trabas aduaneras en mi país para poder volver a comprar en Ebay.
      Abrazo!

      Eliminar
  4. ¡Enhorabuena por el post, me ha encantado! Un tipo de diseño muy curioso que siempre se ha asociado a la velocidad. Un coche torpedo al que le tengo mucho cariño es "La Jamais Contente" el eléctrico que superó los 100 km/h siendo el primer vehículo en lograrlo.
    Un saludo ;)

    ResponderEliminar
  5. Álvaro me alegro que te gustara la entrada. Conozco ese vehículo y es toda una locura, sobretodo por la poca estabilidad que aparenta tener.

    Saludos!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares